
Con la creación de un impuesto selectivo de consumo a las bebidas azucaradas, Panamá apunta a implementar un Plan de Acción para Mejorar la Salud.
La Ley 114, que crea el Plan de Acción y dicta otras disposiciones para establecer el impuesto, fue promulgada el 18 de noviembre de 2019.
Esta nueva disposición legal modifica el artículo I de la Ley 45 de 1955, que creaba un impuesto selectivo de consumo a las bebidas azucaradas, los vinos, cervezas, licores, y productos derivados del tabaco de producción nacional e importados.
El impuesto
Con la promulgación de la Ley 114, en el Artículo 9 se establece un impuesto selectivo de consumo de bebidas azucaradas, de
- 7% para bebidas gaseosas
- 5% para el resto de bebidas azucaradas, de producción nacional o importadas
- 10% para jarabes, siropes y concentrados para la producción de bebidas azucaradas.
También dispone la exención del impuesto a los alimentos bebibles elaborados con base base de lácteos, granos o cereales, los néctares, jugos de frutas, vegetales con concentrados naturales de frutas y sus concentrados y aquellos productos en general cuyo gramaje sea inferior a 7.5 gramos de azúcar por cada 100 ml de bebida azucarada.
Noventa días hábiles después de la promulgación de la Ley deberá instalarse una comisión que tendrá, entre sus funciones, la tarea de elaborar y aprobar un reglamento básico de funcionamiento.
Es el mismo lapso que se concede a la industria de bebidas azucaradas, para incluir en las etiquetas de todos sus productos, nacionales o importados, información sobre el contenido nutricional, en español.
El Plan de Acción
En lo fundamental, la Comisión deberá funcionar como un mecanismo de colaboración articulado entre las autoridades competentes, la empresa privada, los consumidores y los grupos organizados de la sociedad, con el fin de desarrollar programas enfocados a un estilo de vida saludable.
La Ley plantea el cumplimiento de cinco objetivos, entre los que se encuentra la promoción de una vida saludable, con base en la sana alimentación, a buena nutrición y las actividades físicas de toda la población.
También busca sensibilizar a la población acerca de las consecuencias del consumo excesivo de azúcar y su incidencia en el deterioro de la salud y establecer un programa nacional de prevención, que incluya educación y capacitación, sobre la alimentación saludable.